Lodi Mvsicali Ensemble

El ensemble Lodi Mvsicali nace en 2014 de la mano de dos músicos que comparten una misma inquietud: el gusto por analizar e interpretar la música del período barroco. Los instrumentos en los que se fundamenta el grupo son el sacabuche y el violín, en torno a los cuales se generó un repertorio específico a lo largo de un período de alrededor de 150 años, desde Italia a otros territorios como Austria, Alemania, Francia o Bohemia. Aunque su desarrollo vendrá de la mano de formas musicales instrumentales concretas como la Canzona y la Sonata, mantendrán los valores interpretativos del género vocal.

Plantearse hoy en día reconstruir una interpretación musical con un carácter histórico conlleva un proceso cuyo principal pilar se fundamenta en la curiosidad de sus componentes, y un anhelo y búsqueda de la sonoridad más fiel posible a la que pudo escuchar en una determinada época. Este apasionante fenómeno de recreación es lo que animó al nacimiento de este ensemble, que además de compartir diferentes aspectos de su vida personal, comparten un interés en el repertorio musical de los siglos XVII y XVIII, con especial atención a la música instrumental.

El uso de instrumentos reproducciones y originales de los siglos XVII y XVIII, junto a la interpretación íntegra de los programas desde copias facsímiles de las partituras originales, ya sean manuscritas o impresas, harán sin duda de la asistencia a un concierto de Lodi Mvsicali una experiencia grata y enriquecedora para cualquier público, a su vez que amena.

Sus miembros poseen una amplia experiencia en el mundo de la Música Antigua, habiéndose formado en prestigiosos centros como el RCSM de Madrid, ESMUC de Barcelona, Hochschule für Musik und Theater de Hannover o Colonia (Alemania), el Koniklijk Conservatorium de la Haya (Holanda) o el CRNM de París (Francia), además de colaborar asiduamente con los más prestigiosos conjuntos especializados dentro y fuera de nuestras fronteras.

PROGRAMA DE CONCIERTO

«Divine Lodi Musicali; Sonatas y Canzonas italianas del s.XVII. El hallazgo de una nueva sonoridad instrumental»

Divine Lodi Musicali, o «alabanzas a la música», tal y como titula Giovanni Battista Riccio en 1620 a su terzo libro, es una muestra más del aprecio que este arte generaba desde la edad media y durante el Renacimiento. Ya San Agustín alega en sus Confesiones su predilección por este arte: «Los placeres de los oídos me habían enredado y subyugado con particular tenacidad, pero Tú me desataste y me liberaste».

Italia, durante el siglo XVII era un territorio fragmentado en pequeñas repúblicas o ciudades estado. En ellas, la cultura florecía en los albores del Barroco, siendo cuna de los principales artistas del período, aunque en lo referente a la Música habrá una ciudad que superará a las demás por ser el principal foco de producción desde finales del siglo XVI: Venecia.

A mediados del siglo XVI en dicha ciudad se produce un importante desarrollo del género instrumental, primeramente unido a la polifonía vocal, pero sucesivamente ganando autonomía y creando sus propias formas musicales, aunque siempre estrechamente ligadas al estilo vocal. Estas formas darán lugar a la Sonata (en oposición a la Cantata vocal) y a la Canzona, similares entre sí. Será la Sonata la que perdurará en la historia, desarrollándose durante los siglos XVIII y XIX como forma predilecta del Clasicismo. En este contexto verán la luz numerosas piezas compuestas específicamente para violines y trombones, escritura idiomática que se empieza a afianzar a lo largo de las primeras décadas del s. XVII.

Así pues, en Venecia surgirá un nuevo estilo que pronto invadirá todos los territorios vecinos de la actual Italia y paulatinamente todo el centro de Europa como un nuevo género instrumental autónomo. Entre los artífices encontramos a un grupo de músicos encabezados por Giovanni Gabrieli (1557-1616), que ejercerá como maestro de capilla en la Basílica de San Marcos de Venecia, y que en sus Sacrae Symphoniae (1597, 1615) y sus colecciones de Canzonas y Sonatas (1615), marca un antes y un después en la evolución de este género y de un estilo, donde introduce un gran número de piezas tanto instrumentales como vocales, destacando el uso de la policoralidad.

Dentro de esta línea, no tardarán en ver la luz una ingente cantidad de publicaciones de músicos relacionados directa o indirectamente con esta capilla musical; así pues, Giovanni Battista Riccio (fin s.XVI- después de 1621) publica su Divine Lodi Musicali en 3 libros entre 1612 y 1621, Giovanni Picchi (1571/72-1643), organista de la Scuola Grande di San Rocco, que publica sus Canzoni da sonar con ogni sorte d’istromenti en 1625; ambos desarrollan un estilo de composición e introducen novedades técnicas y expresivas como el trémolo. Otros ejemplos paralelos de igual brillantez son el de Giovanni Battista Fontana (1571-1630), violinista y compositor que publicó en Venecia su colección de sonatas a título póstumo en 1641, Dario Castello (1590-1630) que publica sus dos libros de Sonate Concertate en Still Moderno en 1621 y 1629 respectivamente.

Desde este foco, y expandiendo su influencia, pronto surgirán otros maestros que cultivarán este mismo estilo y formas. Así pues, Marco Uccellini (1603-1680), Giacomo Ganassi (s.XVI-s.XVII), Biagio Marini (1594-1663) o Girolamo Frescobaldi (1583-1643), publican a lo largo de las primeras décadas del siglo XVII varias colecciones de sonatas, arias y canzonas en la ciudad de Venecia, aunque ejerzan en otras importantes ciudades como Milán, Módena, Bérgamo o Roma tanto como músicos así como maestros de capilla.

Manuel Quesada Benítez

FUENTES

PROGRAMA

«Divine Lodi Musicali; Sonatas y Canzonas italianas del s.XVII»

Meritxell Tiana y María del Mar Blasco, violines barrocos

Javier Banegas y Manuel Quesada, sacabuches

David Palanca, órgano